La más reciente edición de la Semana de la Moda en Nueva York llegó a su fin después de más de setenta presentaciones de parte de un diverso grupo de diseñadores al mando de Tom Ford, el nuevo presidente del CFDA. En su mayoría, los diseñadores del roster de NYFW se enfocaron en crear experiencias memorables y una conexión emocional con público presente y el de redes sociales. El tema recurrente en las colecciones para Primavera 2020: la nostalgia.
La nostalgia es el sentimiento de anhelo por situaciones y acontecimientos del pasado. Se hace presente en periodos de transición permitiéndonos, momentáneamente, revivir “los buenos tiempos,” aún cuando reconocemos que éstos tiempos nunca volverán.
Catherine Holstein, directora creativa de Khaite, se inspiró en los veranos de su niñez. Solía pasar temporadas en casa de su abuela en Woodstock, Vermont, a la que recientemente volvió por primera vez después de veinticinco años. Cuenta que la casa permanecía intacta con el mismo mobiliario y textiles sesenteros que acostumbraba ver, mismos elementos que tradujo tanto en el set, como en su colección. “Es una visita a mi infancia, una visita a mi vida,” explicó. En un ambiente inocente y melancólico, las modelos portaron piezas hechas de perlas y cristales Swarovski en la cabeza, tal y como Holstein lo hacía de pequeña al jugar con los collares de la abuela.
Hasta el siglo diecisiete se consideraba a la nostalgia como un trastorno mental, pero estudios modernos comprobaron que la nostalgia es una herramienta crucial para existencia humana. Se le llama nostalgia personal al anhelo del pasado propio. Ser propenso a la nostalgia personal va más allá de querer regresar en el tiempo; más bien, queremos que nuestro pasado regrese a nosotros. En realidad deseamos traer lo mejor del pasado a nuestro presente.
Así lo hizo la diseñadora Susan Korn bajo el nombre de la marca Susan Alexandra. Korn fue la anfitriona de un Bat-Mitzvah en el popular Public Hotel. Conocida por sus coloridos accesorios y joyas de cuentas, la diseñadora describió su primera colección RTW a Vogue como las piezas que le hubiera gustado tener a los trece años y que aún conservaría en la actualidad. Amigos cercanos, familiares y personalidades del ambiente creativo del Bajo Manhattan sirvieron de modelos. “El tema de mi propio bat mitzvah fue ‘pasión por la moda’ y años después estoy aquí como diseñadora en NuevaYork, y esta ocasión marca mi verdadera transición a la edad madura,” expresó Korn. La nostalgia no se basa en recuerdos exactos, sino en el estado emocional puesto dentro de una periodo de tiempo en nuestra vida.
La nostalgia también nos hace reconocer el camino que hemos llevado, lo que hemos ganado y perdido en el trayecto. Mark Thomas y Thomas Cawson para Helmut Lang y Norma Kamali, crearon su más reciente colección en base al status-quo que establecieron sus casas tiempo atrás. Norma Kamali volvió a lanzar piezas que la hicieron notar en los ochenta. Entre ellos están el Puli jumpsuit, la falda Dirndl, y como el vestido Modern Sculpture. Optando por la reedición de piezas creadas por el propio diseñador austriaco y fundador de la marca, Helmut Lang, Thomas y Cawson ofrecieron un show con el fin atraer a leales y al publico nuevo, con diseños modernos y limpios distintivos de Lang de mediados de los noventas. Aunque nuestro cerebro responde con una alta dosis de dopamina a lo novedoso, anhelamos la estabilidad que prometen lugares, experiencias, y objetos familiares.
En tiempos de inestabilidad y constante transformación, nuestra mente hace referencia al pasado para enfrentar la realidad. La insatisfacción con el presente hace que prefiramos eras distantes. La nostalgia histórica es el deseo de escapar a una idea romantizada de épocas lejanas. Mientras que la nostalgia personal puede ayudarnos a lidiar con momentos difíciles, la nostalgia histórica provoca una mayor insatisfacción al relacionarnos con otros.
La cultura afroamericana, específicamente la música, estuvo presente en Pyer Moss y Tommy Hilfiger. El legendario Apollo Theatere, un lugar de encuentro muy importante dentro de la comunidad afroamericana, fue el escenario que Hilfiger escogió para presentar su mas reciente colaboración con la actriz Zendaya. Según ambos creadores, la colección celebra el Funk de los setentas siguiendo la pauta de la presentación anterior que citaba al Disco como inspiración. Un escenario disfrazado de una calle del barrio de Harlem, músicos, y un Cadillac dieron la bienvenida a los asistentes.
Mirar hacia el pasado desde nuestra subjetividad, nos orilla a pensar en una simulación, no un recuerdo del pasado. El Funk surgió durante el Movimiento por los Derechos Civiles cuando existía mucha tensión racial. En una época de segregación musical entre el White-pop y Black-pop, el funk era la contracultura. Aunque la presentación no mostró la otra cara de la cruda realidad de esos tiempos, añadió un toque alegre dentro de la fantasía, celebrando la influencia de comunidad afroamericana en la moda.
En Flatbush, el anfitrión de la misa del Domingo del NYFW fue Kerby Jean-Raymond de Pyer Moss. La presentación de “Sister,” la conclusión de la trilogía del diseñador titulada “American, Also” obligaron al fashion crowd a cruzar el puente hacia Brooklyn donde se encuentra el famoso Kings Theater. La colección fue un homenaje a la cantautora Sister Rosetta Tharpe, considerada la madrina del Rock ‘n’ Roll y de quien pocos conocen su importante rol en la identidad y sonido característico del género.
Cualquier video de Tharpe en YouTube es evidencia suficiente del grado de influencia en la carrera artística del Rey del Rock. “Quería explorar cómo podría haber sido esa estética si su historia hubiera sido contada,” contó Jean-Raymond a Vogue. A lo largo de la presentación setenta mujeres y hombres corearon soul, R&B, rap y góspel, una vez acabado el sermón dominical de Casey Gerald. Gerald optó por un alentador discurso político, haciendo referencias al aniversario de la esclavitud en EEUU, concluyendo en un mensaje de redención.
Los recuerdos actúan como un recurso para aumentar el optimismo y evocar inspiración, y al quedarse en nuestra mente, nos brindan cierta validez independientemente de cuánto llegue a incomodarnos la situación actual. Las personas que hablan con afecto del pasado son más capaces a hacer frente a la adversidad o la pérdida, y cuentan con una perspectiva positiva hacia el futuro.
Como acto final del NYFW, Marc Jacobs orquestó un show en Park Avenue Armory. Jacobs dedicó el evento a las víctimas, entre ellos, un amigo cercano. El diseñador también aprovechó la ocasión para recordar a quienes se han ido, como Karl Lagerfeld e Yves Saint Laurent, entre otros: “Los mantienes vivos honrándolos, copiándoles, acreditándolos y dejando que sigan inspirándote,” dijo a Bridget Foley de WWD. Con “Dream A Little Dream” de Doris Day de fondo, un mar de modelos inundó al público en atuendos que parecieran encarnar un personaje diferente en cada uno de ellos. Jacobs creó un evento desbordado de emociones (muchas lágrimas de felicidad), moda y una experiencia inolvidable; algo que añorábamos tener de vuelta en la Gran Manzana.
Yenia Hernández Fonseca cuenta con experiencia en presentación visual y diseño de exhibiciones para algunas de las marcas más grandes del lujo. Como escritora, Yenia explora la relación entre tendencias en retail, marketing experiencial y la psicología en moda desde la Ciudad de México.