Después de pasar cada día de los últimos seis meses con mi sudadera Raey holgada favorita y mis leggings premamá, el último de los cuales estaba lista para prender fuego, iba a salir. Había dado a luz a mi primer hijo, después de estar embarazada en lo que se ha sentido como un encierro eterno en Londres, y las restricciones finalmente se levantaron.
El estilo interior-exterior en su mejor expresión, via Instagram @a_typelist.
Y así, preparándome para una copa en la azotea con una amiga, con el espíritu de 'los nuevos locos años 20s” de los que he estado escuchando, me había puesto un minivestido de seda escalonado, un par de sandalias de PVC, y planeaba llevarme un bolso de mano tipo sobre con flecos. Esperaba sentirme como antes, pero en realidad, lo único que parecía viejo era el conjunto. Estaba sobrecargado. Era demasiado pre-pandémico. Faltaba algo.
Solo entendí realmente por qué mi conjunto de resurgimiento se sintió discordante una vez que vi el conjunto adyacente en mi inicio de Instagram, cortesía de @a_typelist. Una clase magistral de estilo interior-exterior, esta combinación de pantalones de chándal holgados con sandalias de tacón alto realmente hace que el zeitgeist resuene en mi cabeza. Se sintió tan actual, porque hemos sido tan domesticados, que un conjunto necesita un toque de interior para ser relevante. Y va más allá de los influencers. He visto un sinfín de campañas de marketing en torno a los "vestidos para entrecasa" que impulsan la idea de vestidos que se sientan lo suficientemente hogareños para el sofá pero lo suficientemente agradables en caso de que te encuentres con alguien en ese paseo diario. La estética también pareció ganarse el corazón esquivo de Hedi Slimane, que apuntala tanto a Celine SS21 como a FW21.
Celine Primavera / Verano 2021 personifica el estilo interior-exterior. (Imagen: vogue.com)
La moda siempre se ha tratado de contrastes –nos encanta la yuxtaposición paradójica. Cuero y encaje. De gama alta con baja. Espacio positivo y negativo (piensa en los dramáticos recortes de Christopher Esber, Aje y Cult Gaia en vestidos SS21 de dobladillo largo). Y ahora, interior-exterior, un ambiente al que se ha hecho referencia en el pasado con prendas de pijama como ropa de día, realmente se ha hecho realidad.
¿Pero por qué? ¿Es simplemente que nos hemos vuelto demasiado descuidados para hacer un esfuerzo? No lo creo. Como muchos, como amante de toda la vida del pre-juego, me encanta prepararme. No somos perezosos, simplemente nos hemos inclinado por completo hacia una vida domiciliaria. Un enfoque en la vida interior surge de mucho más allá de la moda. Por supuesto, después de un año en casa, las prendas de interior están profundamente arraigadas en nuestros repertorios –los pantalones de chándal son los nuevos leggings de piel, las chanclas son los nuevos stilettos, etc. Pero es más que eso. A partir de marzo de 2020, hemos estado horneando, renovando, abasteciéndonos de los elementos esenciales de la casa, estableciendo espacios de trabajo acogedores, pasando demasiado tiempo con nuestros seres queridos o formando burbujas de apoyo y pasando más tiempo con esas pocas personas en lugar de con nuestra anterior rotación constante de contactos sueltos. Nuestras mentes psíquicas ahora han cambiado para abrazar un conjunto diferente de valores: introspección, creatividad, familia y conexiones más profundas. Mientras nos quejábamos de la monotonía, todos estábamos muy aliviados de habernos liberado momentáneamente de la presión de mirar el reloj para llegar a alguna parte. Este cambio prolongado de comportamientos provocó un cambio en nuestra conciencia colectiva, que en última instancia, es lo que ha cambiado la moda.
Esa noche, me quedé con el vestido, pero cambié los tacones por pantuflas enjoyadas y me sentí mucho más acorde a la era pospandémica. De aquí a unos meses, solo puedo esperar que la pandemia se flexibilice y podamos resurgir en la sociedad para siempre. Así, con suerte podremos dejar la ropa de cama en el sofá, y esta tendencia pueda ser solo eso.
